lunes, 23 de febrero de 2009

Tuning

Debe de haber un montón de macarras de carretera porque es raro salir de viaje y no encontrarse con alguno. Me refiero a los amos del carril izquierdo, esos que saben a cuanto corre su coche, que utilizan la larga para decirte “quita que voy” y que son capaces de mantenerse a medio milímetro detrás de tu coche. A mí lo que más rabia me dá es que en cuanto aparece un coche de la policía o un radar fijo, se convierten en los más aplicados de la ruta. Por eso, a veces pienso en tunear mi coche. Pintarlo como los de la guardia civil de tráfico y colocar unas cajas azules del todo a cien en la baca para dar el pego de las sirenas. Así, crearía un círculo de seguridad anti-macarras alrededor mío, por lo menos hasta que se dieran cuenta.

2 comentarios:

RID dijo...

Me apunto al tuning...Sabeis que tuve todo un curso convencidos a mis alumnos que tenía un coche tuneado? Rosa fucsia, con un rayo amarillo en cada lado...y con el "neng" colgando... Será que tengo pinta de "garrulilla"? jejejeje

Miliño dijo...

¡Qué bueno! Para ser profe hay que ser un poco actor. Me parece una idea genial eso de tener una “second life” para los alumnos. Seguro que más de uno se evadía de la clase pensando en el coche rosa… ¡Anda! ¡Si hasta yo te imagino en ese coche rosa con los rayos a los lados, subiendo el tibidabo, como en la canción de Loquillo!
Besos, familia