Vaya lío con la vuelta al cole: libros, cuadernos, pinturas, tijeras, lápices, gomas,... y luego a forrar, a ponerle nombre a todo, y cuando ya crees que has acabado surgen cosas como: este libro no es, los cuadernos no valen porque tienen que ser de tapa dura, las pinturas de cera no son de la marca que tenían que ser,... en fin, un lío.
A veces creo que cuando yo era pequeño las cosas eran diferentes, incluso mis recuerdos son en blanco y negro, otras en cambio recuerdo perfectamente las sensaciones, y hay cosas que me las recuerdan especialmente, como es el material escolar y la vuelta al cole. Entre otras cosas he descubierto que los estuches siguen siendo objeto de culto y de deseo y que no han cambiado a penas, siguen conteniendo las mismas cosas (¡Qué bonitos son!). Mi hija quería uno nuevo para este curso y cuando fui con ella a comprarlo le dije, “Si te compras uno nuevo, ¿me das el del año pasado?” El último que tuve me lo trajeron los reyes.
A veces creo que cuando yo era pequeño las cosas eran diferentes, incluso mis recuerdos son en blanco y negro, otras en cambio recuerdo perfectamente las sensaciones, y hay cosas que me las recuerdan especialmente, como es el material escolar y la vuelta al cole. Entre otras cosas he descubierto que los estuches siguen siendo objeto de culto y de deseo y que no han cambiado a penas, siguen conteniendo las mismas cosas (¡Qué bonitos son!). Mi hija quería uno nuevo para este curso y cuando fui con ella a comprarlo le dije, “Si te compras uno nuevo, ¿me das el del año pasado?” El último que tuve me lo trajeron los reyes.
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